¿Disfrutas de largas noches resolviendo fallos de red? Con una infraestructura tradicional, la inestabilidad es parte del paquete. Caídas inesperadas, configuraciones manuales que nunca funcionan a la primera y una interminable lista de tickets de soporte harán que tu equipo de TI se vuelva adicto al café (y al estrés).

Routers de un fabricante, switches de otro y firewalls de una tercera marca… ¿qué podría salir mal? Una red tradicional a menudo se convierte en una torre de Babel tecnológica, donde los equipos "se comunican" con latencias eternas, errores misteriosos y conflictos que nadie sabe cómo resolver.

En una red tradicional, cada equipo parece tener su propia filosofía de vida. La falta de una gestión unificada hace que cualquier cambio sea un riesgo, cualquier actualización un dolor de cabeza y cualquier expansión un rompecabezas sin solución..

Si tu red funciona con dispositivos que tienen el poder de procesamiento de una calculadora de los 90, no esperes estabilidad ni seguridad. Sin estándares empresariales, la red se vuelve un cuello de botella que frena el crecimiento del negocio en lugar de impulsarlo.